En el comercio internacional está más que demostrada la capacidad que tenemos las mujeres para desarrollar relaciones con personas de otras culturas y la importancia del conocimiento técnico-comercial de las condiciones del mercado al que nos vamos a acercar (que previamente habremos investigado).
Pero, además, cuando viajamos o
trabajamos globalmente las mujeres nos enfrentamos a desafíos únicos. En muchos países aún, el papel principal de las
mujeres está en el hogar, y el concepto de mujer profesional es muy inusual. Es
por ello importante conocer las perspectivas interculturales desde nuestro género, comprender tanto la cultura a la que
se está yendo y su punto de vista sobre las mujeres.
Contar con este conocimiento
puede evitarte comportamientos que podrían ser mal interpretados o
percibidos como indicadores de bajo estatus. Además, nuestras posibilidades de
éxito aumentarán proporcionalmente a nuestro conocimiento sobre dichas
perspectivas en el lugar al que vamos a dirigir nuestros esfuerzos
exportadores.
Las mujeres durante los viajes de negocios a otros países, precisamos establecer credibilidad y autoridad (en base a habilidades y experiencia) y para hacerlo, debemos ser culturalmente conscientes y competentes. En algunos países, las mujeres podemos no estar en igualdad de condiciones que nuestros colegas masculinos y necesitamos entender cómo trabajar dentro del nuevo contexto cultural.
Se podría afirmar que mientras las habilidades interculturales son importantes para todos, pueden llegar a ser particularmente cruciales para las mujeres, porque con frecuencia confrontamos obstáculos absurdos como tabúes, prejuicios y estereotipos restrictivos en sociedades aún dominadas por hombres.
¿Cómo se trata a las mujeres en el país de acogida? ¿Puedo viajar sola? ¿Cómo se percibe a las empresarias? …
Estar al tanto de los usos del
país y de tu interlocutor es primordial para llevar a cabo una negociación
internacional. Lo que es una costumbre en nuestro país podría ser una ofensa en
el suyo.
La apreciación del rol de la mujer en las culturas, teniendo en cuenta nuestro género, será determinante en la negociación. Hay que tener en cuenta que, en sociedades con alta masculinidad, las personas son impulsadas por la competencia y los resultados. Las personas tienden a ser asertivas y centradas en el éxito material. Países con culturas nacionales de alta masculinidad son: Japón, Venezuela, Italia, Irlanda, México…
En sociedades con baja masculinidad, o sociedades femeninas, las personas
están centradas en construir buenas relaciones y asegurar una alta calidad de
vida para todos. No es tan importante ser el mejor, mientras todo el mundo esté
bien. Países con alto índice de femineidad por sus culturas nacionales son: Suecia,
Noruega, Finlandia, Dinamarca, Holanda…
Y finalmente hay algunos países en los que la calidad de vida para una mujer es malísima. El artículo publicado por Enfemenino menciona los tres siguientes:
“Siria: El último informe de Amnistía Internacional ha denunciado la situación que viven las refugiadas sirias, especialmente en el Líbano, donde están expuestas a explotación y acoso sexual a través de las políticas discriminatorias impuestas por las autoridades.”
“Pakistán: las cifras que aparecen en el informe de WEF demuestran que Pakistán es uno de los países con mayores diferencias entre las oportunidades laborales para hombres y mujeres: sólo el 25% de ellas trabaja, frente al 85% de hombres que también lo hacen, sin duda un abismo considerable.”
“Yemen se sitúa en el último puesto del ránking del informe, convirtiéndose así en el país con la brecha de género más amplia que existe. No hay ninguna mujer yemení que participe en el Parlamento, éste está constituido únicamente por hombres. El 17% de las niñas entre los 15 y 19 años son forzadas a contraer matrimonio y el 38% de ellas sufren mutilación genital. Las mujeres dependen de los hombres para vivir, pues necesitan su permiso para realizar prácticamente cualquier cosa.”
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...