Existe una preocupación común sobre la necesidad de avanzar en el conocimiento del impacto diferenciado que tienen las relaciones y los acuerdos comerciales sobre los hombres y sobre las mujeres. También para visibilizar la situación de las mujeres, y poder definir políticas y desarrollar los instrumentos sobre género y comercio exterior. Todavía no hay datos suficientes y fiables desagregados por sexo. Se recomienda analizar aquellos de los que se dispone para poder hacer esa diferenciación y tener clara la situación de partida con respecto a las empresas dirigidas por mujeres.
Conviene comenzar por definir adecuadamente qué se considera una “empresa de mujeres”. En este sentido, disponemos ya del UNE-IWA 34:2021 como referencia para poder convalidar los distintos tipos de empresas propiedad y lideradas por mujeres, cooperativas dirigidas por mujeres y las empresas informales dirigidas por mujeres.

La realidad muestra que hay muchas fuentes de datos, pero destaca la complejidad existente para relacionarlas con el comercio internacional y con empresas propiedad o dirigidas por mujeres, ya que todo está agregado por sectores productivos y a nivel territorial. A esto hay que añadir que, en el Registro Mercantil, no consta el porcentaje de accionariado de la empresa, por lo que no se puede saber la representación de mujeres.
ICEX está categorizando su CRM y analizando los contactos recibidos a través de las consultas que reciben en Ventana Global, y contrastando información cuantitativa y cualitativa y otras bases de datos externas. (Ver: La internacionalización empresarial a través de la lente de género).
En definitiva, es necesario crear una base de datos de empresas de mujeres de ámbito regional, autonómico y estatal, tanto de aquellas que ya están internacionalizadas como de aquellas con potencial e interés en acceder al comercio internacional. La creación de esta base de datos necesitará de la colaboración de todas las entidades que puedan aportarlos.