Cuando inicias un negocio como empresaria, uno de tus mayores activos es el hecho de que eres una empresa propiedad de mujer. Las estadísticas han demostrado que casi un tercio de la población general prioriza las compras de empresas propiedad de mujeres.
Conseguir que el hecho de ser “empresa propiedad de mujer” se convierta en una parte fundamental de tu identidad de marca, no solo te ayudará a desarrollar una base de clientes fieles, sino que también te ayudará a conectar con tus clientes en temas y causas de interés común.
El artículo del 17.08.2023 de Forbes, revista especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, publicada en Estados Unidos, nos deja los siguientes consejos para hacer de nuestros estatus de “propiedad de mujer” una parte esencial de nuestra marca:
- Explica el «por qué» que hay detrás de tu empresa. Comparte tu historia en la página web de tu empresa. Es importante nuestra posición única de desarrollar del producto/servicio y el por qué nos apasiona.
- Obtén una certificación oficial. ¡Aprovecha las certificaciones! Estar certificada permite que otras empresas también se beneficien de trabajar contigo, por lo que es beneficioso para todos.
- Construye conexiones en las redes sociales. Tener una empresa propiedad de una mujer es un factor que puede llamar la atención entre los clientes potenciales. Las redes sociales son una gran plataforma para contar esa historia de manera que haga que otras personas se sientan identificadas contigo. Resalta las dificultades, los éxitos y las fortalezas que son exclusivas tuyas por dirigir un negocio propiedad de una mujer.
- Participa en eventos centrados en las mujeres. Para las empresarias, aprovechar el hecho de que son empresas «propiedad de mujeres» puede ser poderoso para construir una identidad de marca. Esto muestra diversidad e inclusión y aprovecha el creciente apoyo a las empresas propiedad de mujeres. Participa en eventos, conferencias y oportunidades de networking centrados en las mujeres. Al hacerlo, darás visibilidad a tu empresa y se conectarás con personas de ideas afines.
- Haz de la contratación inclusiva una prioridad.
- Apóyate en tu experiencia y trayectoria. Como marca, el principal activo único es la historia de la persona que la ha creado. Apoyarte en tu experiencia y trayectoria como empresaria es una excelente manera de brindar al demás sentido de autenticidad y tus valores. Las redes sociales son un lugar para contar esa historia, además de otros medios de comunicación, incluidos los mensajes personales a tus contactos que también pueden ayudarte a aprovechar tu estatus único de «empresa propiedad de mujer».
- Comparte tus desafíos, victorias y lecciones aprendidas. Aceptar el hecho de ser una empresa propiedad de mujeres es un símbolo de empoderamiento. Incorpora tu trayectoria como empresaria en la historia de tu marca. Comparte los desafíos que has superado, tus victorias y las lecciones aprendidas. Esto no solo llamará la atención de los clientes, sino que también inspirarán a otras mujeres, creando una comunidad que se apoya y anima mutuamente.
- Comprométete a empoderar a otras mujeres. Colabora con organizaciones dirigidas por mujeres, participa en eventos o asociaciones centradas en mujeres y comparte tus historias y experiencias inspiradoras a través de videos, blogs o podcasts. Al mostrar tu compromiso con la igualdad de género y empoderar a otras mujeres, esto atraerá clientes, socios e inversores con ideas afines que valoran y apoyan a las empresas propiedad de mujeres.
En conlcusión, el sello “women-owned” asegura a las grandes empresas y potenciales compradores que están adquiriendo bienes o servicios de una empresa que cumple con los estándares universales para ser certificada como empresa perteneciente a mujeres. Por otro lado, nos ayudará a las mujeres empresarias a desarrollar nuestra competitividad, a ganar reconocimiento en el mercado, a acceder a oportunidades de negocio y a formar parte de redes de mujeres proveedoras, facilitándonos el acceso a la cadena de valor global y por lo tanto, nuestra internacionalización.