Con el 50% de la población mundial, las mujeres
representamos el mercado emergente más importante de los últimos años y no sólo un mero nicho.
“Womenomics” no trata de lo que las empresas “deberían” hacer por las mujeres, sino de lo que podemos hacer nosotras por las empresas.
Como todos sabemos, la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa comienza por elegir el nicho de mercado apropiado para el negocio, ya que la diversidad hace prácticamente imposible la implementación de un único esfuerzo de marketing.
Womenomics se centra exclusivamente en la evidencia de que, a medida que crece la implicación de las mujeres en la economía, se incrementa el PIB de los países. En el caso de Chile, la incorporación de la mujer al mercado laboral se ha cuadruplicado en los últimos 10 años. El potencial de consumo de las mujeres se multiplica y no todas las empresas se han dado cuenta. En España, aún no se ha reaccionado a estos cambios.
En cualquier caso, lo que no convence por vía ideológica o de sensibilidad de género, al final lo hará por los beneficios económicos que representa. Las mujeres controlamos el 65% de las compras mundiales: 8,7 billones de euros; y, sin embargo, las empresas aún no consideran las diferencias de género.
Hombres y mujeres nos diferenciamos y complementamos, física, neurológica y sociológicamente. Sin embargo, nos hemos acostumbrado a ignorar las diferencias para luchar por la igualdad. Ha llegado el momento de impulsar ambas, igualdad y diferencia.
Las motivaciones femeninas son diferentes a las de los hombres. Queremos argumentos emocionales y basados en el humor. Durante las emociones, el cerebro de la mujer presenta hasta 8 veces más de actividad, por la abundancia de prolactina que tenemos, alrededor de un 60% más que el hombre. El argumento basado en el humor también es altamente efectivo, aunque debe ser sutil y no hostil.
También nos hace falta más tiempo para compatibilizar todos los roles que asumimos en la sociedad, por eso queremos de las empresas productos y servicios que nos permitan ahorrar tiempo. Además, que nos proporcionen información más clara y fácil de entender (odiamos la letra pequeña) y buenos niveles de servicio. Estamos insatisfechas con tres de las categorías de consumo más importantes en la actualidad: servicios financieros, sanidad y bienes de consumo duradero (coches, electrodomésticos…).
Las empresas que encuentren la clave nos habrán ganado como clientes.
Y no, con afeminar productos para hombres no basta. Claramente se observa, que las agencias de publicidad están dominadas por la creatividad masculina, produciendo sesgos importantes que afectan la efectividad publicitaria.
Por ello y aunque sólo sea por interés económico, las empresas tienen que contar con las mujeres, y dejar que se desarrollen en las organizaciones, mediante el acceso a los puestos de máxima responsabilidad y la adaptación de los métodos y horarios de trabajo a sus requerimientos. La mujer de hoy necesita de mujeres creativas en puestos directivos, que piensen como ellas y comprendan sus necesidades.