“LOS ARANCELES ROSAS”

El Banco Mundial y la OMC acaban de publicar MUJER Y COMERCIO. EL PAPEL DEL COMERCIO PARA PROMOVER LA IGUALDAD DE GÉNERO. Un informe cuya investigación, aunque fue realizado antes de la pandemia mundial, las conclusiones revelan importantes diferencias en la forma en que las políticas comerciales afectan a mujeres y hombres. Comprender mejor cómo las mujeres se ven afectadas por el comercio va a ser fundamental a medida que la economía mundial se recupera de la pandemia.

El informe pone de manifiesto la disparidad con el ejemplo del “arancel rosa” de las mujeres en el sector de la confección donde contamos con un número desproporcionadamente mayor de puestos de trabajo, además de ser las mayores compradoras mundiales. Sin embargo, los aranceles sobre las prendas de vestir permanecen obstinadamente altos en comparación con los aranceles de otros productos manufacturados.

La investigación también identifica tendencias que apuntan a oportunidades para un mayor empoderamiento de las mujeres, tendencias que las mujeres podemos aprovechar: el aumento del sector servicios, la difusión de las cadenas de valor mundiales, y la expansión de la economía digital. El informe indica que los países que aprovechen estas oportunidades serán recompensados con un aumento de la productividad e ingresos. Pero, para maximizar estos beneficios en las mujeres, sin embargo, las políticas comerciales deben tener en cuenta sus diferentes impactos sobre las mujeres, y eliminar los «aranceles rosas» y otros sesgos implícitos. Deben reducir las barreras arancelarias y no arancelarias sobre los bienes producidos y consumidos principalmente por mujeres, favorecer una mayor apertura del comercio de servicios y ayudar a las mujeres empresarias y a sus pequeñas empresas a beneficiarse de las oportunidades del mercado mediante medidas que faciliten el comercio, así como una mayor disponibilidad de financiación.

El comercio por sí solo no es una panacea para cerrar la brecha de género. Pero este informe revela las oportunidades que se pueden aprovechar haciendo un comercio más inclusivo. También resulta de la investigación que las empresas dedicadas al comercio internacional emplean un porcentaje más alto de mujeres que las empresas no exportadoras (33% en promedio en comparación con 24% por ciento para las empresas no exportadoras) y presenta hallazgos sobre cómo el comercio aumenta los salarios, mejora las condiciones laborales y está vinculado a niveles más altos de igualdad de género.

Mejorar la transparencia en las políticas relacionadas con el género puede ayudar a establecer buenas prácticas y llamar la atención sobre los desafíos a los que nos enfrentamos las mujeres al participar en el comercio mundial.

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